Pensé que sobrevivía por inercia y por otra cosa, una especie de maldad congénita. Por las enormes ganas que tenía de molestar. Mientas, resonaban en mi cabeza las últimas palabras con que Irene intentaba romper el férreo silencio del muchacho.
-Si quieres, volveré a verte. Haz sólo un gesto con la cabeza. Un solo gesto... Uno sólo.
FATHER'S SON
Hace 13 años
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