lunes, 16 de febrero de 2009

Cómo cambiar tu vida con Proust

A pocos menesteres dedican los humanos tanto tiempo como a la infelicidad. Si un creador maligno nos hubiese colocado en la tierra para el fin exclusivo de sufrir, podríamos felicitarnos por nuestra respuesta entusiasta a esta meta. Abundan las razones para sentirnos desconsolados: la fragilidad de nuestros cuerpos, la inconstancia del amor, la insinceridad de la vida social, las componendas de la amistad, los efectos reprimentes de la rutina. Enfrentados a estos males persistentes, lo lógico sería pensar que el evento más esperado y deseado de nuestra vida fuese el momento de nuestra extinción.
Alain de Botton.

1 comentario:

EMiLiO dijo...

Marcel Proust, demasiado profundo para mi...